ROBI DRACO ROSA - VAGABUNDO


Disco publicado en junio de 1996

Tocar fondo tiene sus grandes virtudes. Mientras la vida de Robi Draco Rosa como productor se afirmaba en un camino primaveral abultado en dólares, su carrera como músico se hacía pantanosa, lúgubre y en un camino sin retorno. Amarrado a los excesos y con una vida personal envuelta en nebulosa , apareció el desahogo que logró vomitar su pena a través de una tremenda placa: Vagabundo.

                    

Era su segundo intento solista. Dejó la familiaridad con su raíz portorriqueña y vertientes musicales más ligeras y se dejó absorber por una gran combinación entre rock alternativo y acordes siniestros, acompañados de una descarga luctuosa de letras sin futuro, amor ensangrentado y destino errante, sin propósito ni esperanzas.

Entre su nómina convocó a una geografía variada de artistas de sesión -entre ellos Chucho Merchán en el bajo- y tuvo la producción acertada de Phil Manzanera (Roxy Music). La publicación culminó en fracaso comercial rotundo. El tiempo y el poder magnético de su poesía fatalista y guitarras desequilibradas lo convertirían en un referente vital dentro de los discos más importantes de la historia del rock en español.


La furia heredera del rock alternativo de entonces estalló en piezas enérgicas como "Madre Tierra", golpea con creces la intensidad en "Delirios" y se despacha en visiones del exceso en "Vértigo". Con tempo más reposado y espeso, aparecen canciones como "Llanto Subterráneo" y "Para no Olvidar" con licencias poéticas del escritor mexicano Jaime Sabines. Y la oscuridad se hace más ácida con las cuerdas rechinantes de "Brujería".

El perfil 'suave' del disco sufre de evocación, anhelos rotos y belleza sollozante. "Penélope" es una especie de Odisea de Homero muy nostálgica; "Blanca Mujer" es la confesión indirecta del llamado de la muerte a través del exceso alucinógeno con un piano tétrico; y "Vagabundo" es la definición del disco, pura poesía del errante, 'Un Vagabundo Trono sin Rey, Un Vagabundo Templo sin Dios'.

El primor de la muerte y el amor lúgubre estalla en este excelso disco.




GRAN TRACK. El idilio mortal de "Amantes Hasta el Fin" es una hermosa pieza de grandes arreglos. Amor desolado, efímero, apocalíptico. "Amor y Juventud y al fondo Niebla y Luz ¿Dónde irán?"

MAL TRACK. El disco es muy completo y es raro sentir un desnivel auditivo. Pero tal vez "La Flor del Frío" en su tono piano bar de voz ebria no está a la altura del resto de las piezas.

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