THE KILLERS - HOT FUSS


Disco publicado en junio de 2004

Si bien la década del 2000 fue dominada ampliamente por las propuestas indie, la palabra revival fue común en el vocabulario de la música. Hubo revival de post punk, de new wave, hasta casi de 'new' new romantics. Dentro de aquella resurrección de movimientos soltó una emanación un album inicial venido de Las Vegas, que involucraba un revival de todo un poco en un solo empaque: The Killers y uno de los debuts más tronados del siglo XXI, Hot Fuss.

                    

Sin ser una fórmula musical virtuosa o un reventón de desenfreno, ese sonido resucitado de The Killers que no cabe en un género específico tiene algo que logra captar la audiencia: originalidad envuelta en glamour. El vocalista Brandon Flowers es pura distinción vibrante, la guitarra de Dave Keuning no es aventajada pero es única, la batería de Ronnie Vanucci Jr. golpea con vértigo controlado y el teclado sabe moverse entre la nostalgia o la agitación.

Antes de la fama fueron lineup de bar travesti, tuvieron que atravesar el Atlántico para desvestir el anonimato en el Reino Unido, y finalmente lograron ser tan refinados como Duran Duran y tan reconocidos como U2. Hot Fuss fue un estreno musical redondo, goloso en nominaciones, premios y ventas, y girando en torno a los estados anímicos del post-punk, el new wave o el indie reinante de aquel entonces.
La elegancia hace finos destrozos. The Killers.
Ni los mismos Killers aguardaban tan descomunal renombre. El fraseo vertiginoso de "Mr. Brightside" revienta en la paranoia infiel que los llevó a ser su canción más popular; con menos prisa pero similar efectividad "Somebody told me" mantiene esa vitalidad y flirtea sin vergüenza con el éxito; y en tono más reflexivo y moderado su canción de coro gospel "All these Things that I've done" lanza plegarias que buscan redención en alguna parte, seguramente en listados de éxito, 'I got soul but I'm not a soldier'.

Fue muy marcada su Murder Trilogy que especula con el asesinato, el secuestro y la violación. Comenzando con el bajo bien construido de Mark Stoermer y la eficiente "Jenny was a Friend of Mine", siguiendo con esos devaneos post-punk de "Midnight Show" y finalizando con la distinta "Leave the Bourbon on the Shelf" que haría parte de su siguiente placa, Sawdust.
Brandon Flowers, el estilo Killer
Pero los teclados nostálgicos y lentos también son parte del universo Killers. En ocho minutos fue compuesta "Smile like you mean it", llanto rítmico de un pasado que ya no existe, 'Dreams aren't what they used to be / Some things sat by so carelessly'. Y más lento y melancólico es el sarcasmo final de "Everything will be alright", despecho ahogado en falso optimismo, refugiado en unos teclados de lejanas décadas.

Garbo con cierto morbo, la fórmula de iniciación más efectiva de los 2000s, el Hot Fuss.



GRAN TRACK. Aunque "Believe me Natalie" se constituye en la canción más elaborada del album, la franqueza reposada en el tema indie "Change your mind" se lleva el aplauso más grande por lograr persuadir con menos escándalo pero no menos brillo. Su perfil bajo en el disco le brinda grandeza.

MAL TRACK. "Andy, you're a star", ambigua entre el bullying, la homosexualidad y el reproche, es interesante en contenido pero no tanto en melodía. Su guitarra de segueta nunca despega.




Comentarios