LEONARD COHEN - I'M YOUR MAN



Disco publicado en febrero de 1988


Letras graves. El sonido vocal más profundo de Canadá se propuso una reinvención para finales de los 80s, y a esa solemnidad reflexiva de su discografía le insertó dinámicas de synth pop que sacudieron su intimidad folk o su parsimonia de café bar. Leonard Cohen se adaptó musicalmente a una década atrapada en los teclados y los acomodó a sus siempre brillantes y enigmáticas composiciones. Luego de una década discreta en el circuito musical Leonard llegó con una apuesta distinta en I'm Your Man.

                    

El nostálgico y minimal Cohen se hizo a un lado para darle más curva a sus melodías con acercamientos al pop y un acento inesperado de los sintetizadores, una voz cada vez más grave y la lenta entrada a la vejez meditabunda y a veces irónica. Su caballo de batalla siempre fue su letra, su modo de interpretar el mundo. En este trabajo se entrega sin resistencia al amor pero se convence de fatalidad inevitable.

El estado de las cosas en los 80s era igualmente convulsionado. El atardecer de la Guerra Fría, el consumismo avasallante, la competencia por el poder, las marcas extenuantes del sueño americano. Cohen compuso dos joyas líricas para el album: el angustioso pop de violines y cuerdas árabes "Everybody Knows" que se resentía de un mundo preapocalíptico y con pocas esperanzas de renovarse, y el interesante synth pop sin prejuicio "First We Take Manhattan" con todo el glamour sintético de la década y un collage de letras aciagas sobre su visión del mundo y de quien lo domina, 'I'm guided by a signal in the heavens / I'm guided by this birthmarks on my skin/ I'm guided by the beauty of our weapons/ First we take Manhattan, then we take Berlin'.


Leonard Cohen con Jennifer Warnes, la fiel escudera musical.

La gravedad del amor siempre tiene cabida para Leonard. El inevitable motor emocional de muchos se pone de manifiesto en una de las canciones musicalmente más accesibles en su repertorio, "Ain't no Cure for Love", que muestra sus concesiones al amor pero también hace un guiño al SIDA, que entonces no contaba con cura alguna. Un poco más lenta y de estilo café bar, "I'm your Man" es la entrega sin resistencia al romance, siendo pragmático y rindiendo tributo a la complacencia, 'If you want another kind of love, I'll wear a mask for you'.

I'm your Man es musicalmente un álbum de predominio synth con el respaldo fiel de sus coristas femeninas. Pero con variables atrevidas entre las formas que causan distancias considerables entre canciones. "First we Take Manhattan" es fiel al espíritu synth pop de los 80s y "Ain't no Cure for Love" cabe en el catálogo de las baladas americanas. "Take this Waltz", tributo a García Lorca rescatado de A Poet in New York (1986) es un vals con la voz de Jennifer Warnes, su colaboradora entrañable. Y "Jazz Police" parece un cabezote de TV de serie negra, con solo de piano siniestro incluido y un rompimiento melódico con el resto del álbum.
He is our man. El Cohen de finales de los 80s.

Para aquel entonces, Leonard Cohen ya contaba con 53 años. Su visión del mundo comenzaba a evocar episodios del pasado y hacer un balance entrando en la vejez. "I Can't Forget" es pop adulto de vibráfono solemne, un dibujo borroso de una vida construida de imperfecciones, 'I can't forget but I don't remember what'. La canción de cierre "Tower of Song" es una autobiografía de dolores y colores, un resumen de desventuras y logros con tonos satíricos y una cadencia inocente y burlona en simultánea, 'I was born like this, I had no choice/ I was born with the gift of a golden voice'. La ironía como estilo de vida.

La gravedad del universo bajo la gravedad vocal. Leonard Cohen es el hombre para describirla en este LP.


GRAN TRACK. Aunque "First We Take Manhattan" es de las piezas más completas del álbum, el pop agobiante de oud y violines "Everybody Knows" es pesimismo lírico encendido con un escueto tono vocal grave, diatriba de la existencia humana al mejor estilo de Cohen, 'Everybody knows the war is over/ Everybody knows the good guys lost/ Everybody knows the fight was fixed/ The poor stay poor, the rich get rich'.

MAL TRACK. Favorita de muchos amantes, el tono dulzón de "Ain't no Cure for Love" la hace menos agradable, dentro de un catálogo 'sensaciosuave' con saxo de motel incluido. Pop romántico simple.




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