BJÖRK - HOMOGENIC

Disco publicado en septiembre de 1997


El futuro venía atrás. El gusto por explorar nuevas posturas musicales y artísticas es una marca registrada de Björk, la islandesa que puso a su país en un lugar en el mundo y ha logrado adelantarse a tendencias, movimientos y sonidos. Sus dos primeros álbumes ya tenían consistencia pop con tintas electrónicas y habían conquistado audiencias en el mapa terráqueo. El verdadero desafío comenzó con su disco Homogenic.

          
Definirla siempre ha sido un reto. Es una amalgama de furia e intimidad, con los vestigios de la solemnidad clásica y con las visiones electrónicas ilimitadas del futuro, envuelta en un aura misteriosa en la que se autodestruye y renace por voluntad propia entre sus canciones. Su voz es tan única como su isla, su indumentaria es tan original como sus chirridos digitales, su visión artística es tan adelantada que acceder a ella de primera mano no es posible. Hay que digerirla de a bocados sonoros. Pero al reconocer su sabor, es imposible desligarse.

Homogenic se produjo en España pero se remonta a Islandia. Recoge paisajes, se envuelve en su historia y transpira nostalgia insular. También es un album de constantes caídas y levantadas emocionales, entre la decepción y la iluminación, que abandona sus aires discotequeros para sumergirse en atmósferas digitales inusitadas, geografías rítmicas que incitan al cabeceo y llaman a la lágrima, un inclasificable tour por la histeria y la paz, lleno de amor, melancolía, pero ante todo, virtuosismo.

La sensación de evocar aquella república tan ajena del mundo se respira desde el inicio. Fibras digitales que se derraman en ritmos marciales están en "Hunter", intrigante y frenética, con un sólido juego de cuerdas y una metáfora sobre la caza del consumo masivo. "Bachelorette" es puro pop barroco, de piano serio y orquestación dramática y cargada, entre el peligro y la vibración del paisaje vislumbra una mujer apasionada y amenazante. El mayor peso de la añoranza recae en "Joga", folklore futurista de cellos tristes y circuitos en erupción, que evoca a Johana, mejor amiga de Björk, y a aquella isla volcánica, tan serena como mortífera, 'Emotional landscapes / They puzzle me'.

La artista se recrimina ocasionalmente en sus letras. El amor no ha sido la luz de su éxito y desvela muchas fisuras románticas. La exploradora de lamentos electrónicos "Immature" es uno de sus mayores ejemplos, donde se muestra incompleta, inconforme, 'How could I be so Immature/ To think he could replace / The missing elements in me?'. Esas flagelaciones emocionales la llevan a momentos destructivos pero geniales como "Pluto", pura dinamita digital, revoluciones que llaman al exterminio para renacer, 'Excuse me, but I just have to explode'. El momento más salvaje del disco.

La tempestad amaina. Los recursos electrónicos más cuidadosos para ese renacimiento con mensajes de esperanza se revelan en tres canciones que han tenido reversiones de la misma aprobación que las originales: "All Neon Like", carisma angelical y sanador en un tema que arrulla y calma; "Alarm Call", consistente y pícara, la música como recurso salvador, 'I'm no fucking buddhist/ But this is enlightenement'; "All is full of love", con una versión ambient en el disco y una trip hop en modo single, un video de espectacularidad futurista y romántica, completando el ciclo de destrucción y renacimiento, una catarsis musical que nos impregna de amor infinito.

Complejo, exótico y emocional hasta la médula. Homogenic es la piedra del equilibrio que le dio la solidez merecida a Björk en su discografía.



GRAN TRACK. Es difícil escoger, Homogenic es tremendo disco. Entre el suspenso marcial de "Hunter", la candidez lumínica de "All Neon Like", la brutalidad compacta de "Pluto". Una de las joyas escondidas es "Unravel", lenta, ceremoniosa, una procesión musical llena de atmósfera, de lentitud lacrimosa pero belleza interminable.

MAL TRACK. Todo el disco es disfrutable desde todos los costados. Tal vez la 'menos mejor' es "5 Years", despecho electrónico de rabia digital con ritmos muy cercanos a lo que publicaría en Volta.



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