EL RAP REAL DE KENDRICK LAMAR


                    

El rapero insignia de la década 10 ha sabido repartir una discografía distribuida entre filosofía callejera, peligroso fraseo y amor y odio por la cotidianidad en Compton. Good kid M.a.a.d. City es una joyita que moldeó el carácter del californiano y le dio réditos con "Swimming pools" o "Poetic justice". Pero la belleza de un album es encontrar en sus canciones sin pompa un verdadero tesoro. Pasa, intensamente, con "Real".

La intervención siempre magnífica de Dr. Dre en la mezcla (junto con Ali), en un ambiental y viajero R&B con una hermosa mancha sonora de los 70s, y los coros acertados de la fiel colaboradora Anna Wise, logran ensamblarse con un registro vocal de Kendrick más reposado, maduro, reflexivo y en algún modo sofisticado.

Entre los incendios con sabor a plomo, las sonoridades del peligro en el vecindario y el acecho continuo de drogas y pandillas en su espalda, Kendrick se desprende de aquel delirio sin reversa y se entrega a una serena espiritualidad, amor propio como fuente de su sabiduría y un rescate vital a un abismo seguro, la música. La riqueza interior a través del flow.

'What love got to do with it when you don't love yourself?'

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