Lady Day siempre nos trajo paz de trasfondo tormentoso. Desde Filadelfia Billie Holiday nos conquistó con su vertiginoso paso por el mundo entre desamor, drogas, golpes y cantos llenos de dulzura melancólica. A finales de los 50s, cuando aparecía el ocaso de su carrera, su cuerpo había sufrido los embates de la toxicidad, su voz se hizo un tanto aguardientosa y perdió refinación. Pero el carisma estaba allí. Aquella negra belleza se resistía al naufragio y fue rescatada por un aroma orquestal, ambicioso y memorable.
40 músicos rodeando la atmósfera. Más orquestal que jazz. El espíritu de Sinatra en el aire, con un Lady in Satin (1958) impregnado de versiones, entre la exquisitez solemne de los violines y la cadencia respetuosa del bajo. Allí estaba "But beautiful", un blues vestido de corbatín en modo balada y con los violines extendiendo la alfombra roja, el bajo sirviendo el trago de la compostura, la soprano aderezando el platillo y la trompeta brindando el reflector de toque jazzero. Y allí está Billie. Con la voz que se quiebra en menudas partículas de sofisticación, con la vejez anticipada por el frenetismo violento de su prontuario, con aquellos tentáculos invisibles que atrapan por sus modos y su espíritu de mito vocal. Sentada al lado de grandes como Crosby, Sinatra, King Cole, orquestando su desgracia divina y su fulgurante estrella agobiada.
No es un tema original. Jimmy van Heusen ya tenía ese terreno patentado en los 40s. Pero la conjunción de músicos, la producción de Irving Townsend y la voz de brillo crepuscular de Holiday le dieron la grandeza que otras versiones no escalaron. Muchos han pasado por esos acordes, entre ellos Frank Sinatra, Art Lund y hasta la misma Lady Gaga con Tony Bennett. La canción, como la misma Billie, es un camino pedregoso de paisaje exuberante, el amor, aquel villano de soberbia, indiferencia, aspereza, que declina y se hace diáfano entre caricias, sonrisas de verano, miradas eternas y una sensación de gratitud por hacer más llevadera la vida.
"Love is funny, or it's sadOr it's quiet, or it's mad
It's a good thing or it's bad
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