EL TIMONAZO MELANCÓLICO DE BECK : ROUND THE BEND

Luego de una jovial etapa entre samples atrevidos, rimas irónicas y unos 90s agitados y llenos de color, asomó la melancolía al universo de Beck. Su rompimiento amoroso con Leigh Limon luego de casi una década lo sumergió en una honda desazón, que le hizo monocromático el paisaje. Pero gracias al dolor, se engendró una bella puñalada melódica que partió en dos su historia musical. Sea Change fue el viraje brusco pero brillante de Hansen ante la vida. 

   

Los versos se hicieron abiertos, raspados en amargura serena. El disco lanzado en 2002 en sí es un manifiesto de vacío romántico, notorio en la voz intimista del cantante. Y allí se cobija "Round the Bend". Un tema casi ambiental, aderezado por cuerdas acústicas lentas, ceremoniosas, opacas, y una atmósfera sintética de un paisaje enorme pero vacío, de un infinito incierto y hermoso. Nigel Godrich, mano mágica de Radiohead, se encargó de engrandecer la pesadumbre entre atmósferas que van envolviendo hasta exprimir la entraña y acogerla en un estado absorto, una paulatina búsqueda de refugio. 

En medio de aquella lacrimosa densidad el angelino Beck se desahoga entre un estado de miseria luminosa, reprochándose a sí mismo el tiempo perdido, la traición, la mutabilidad humana, la soledad. En tiempo record compuso muchas canciones que fueron su almohada emocional, que lo llevaron a una realidad hiriente, brutal, pero ante todo a una exquisitez artística inundada de tristeza.

"Baby, it's your time now

Loose change we could spend

Where we are going

Round, round the bend"


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