EL TIEMPO DE BONNIE RAITT: TOO SOON TO TELL


Bonnie Raitt necesitaba un segundo aire. Su carrera estaba ahogada en shots de alcohol, el desamor la perseguía y había roto con su disquera Warner. Su activismo político y su causa benéfica contrastaba con el desastre que le traía el final de sus treintas. Pero su encuentro con el productor Don Was (Was not Was), la oportunidad que le brindó -sin copas- Capitol records y su disposición a retornar al estudio sin tambalear con tufo le aseguraron una nueva oportunidad. Fue un éxito aquel Nick of Time de 1989, una forma de redimirse ante el pesar de su vida personal.

 

En medio de una franqueza sutil, la producción del disco se las arregló para vestir de pop aquellas canciones que deambulaban entre el blues, folk, country y rock. En esa madurez triste buscando rescatarse florece con dolor parsimonioso "Too Soon to Tell". En la lenta finura entre el blues y el country Bonnie despliega una voz pulcra y afligida por un amor que no retorna; guitarras acolchadas que amparan con arpegios tiernos y llorosos, una batería que reposa en docilidad penosa y teclados que acercan de modo delicado al pop suave y adulto, sin abandonar del todo aquella nostalgia rural.

Tiempo de cambio. Y de éxito para Bonnie Raitt.

La cantante californiana se concentró en dejar atrás su juventud vertiginosa y sin norte y entrar en sus 40s con una postura liberadora pero sensata. Necesitaba cerrar sus heridas, esconder las botellas, abrazar la música y olvidar las resacas que le ha dejado el corazón, pero solicitaba un tiempo para abrirle la puerta al perdón. Mientras asimila su desamor, le canta a una calma que debe estirar las horas para coserle las fisuras al desencanto. 

 "Maybe someday I'll be able to wish you well

    But right now, it's just too soon to tell".



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