THE POLICE DA LIBERTAD : MASOKO TANGA

El camino inicial de The Police fue confuso. Esa extraña mezcla de punk, rock y reggae en un solo paquete -que luego cabría sin problema en el new wave- no fue atractiva para los londinenses de la era punk. En 1977 todavía se respiraba rebeldía, odio a la monarquía y cierta aversión al futuro. Pero poco a poco Sting, Stewart Copeland y Andy Summers despejaron el terreno para hacerse magnéticos con el público. Un power trio poco común que quería reflejar riffs punk pero no encajaban porque eran mucho más cuidadosos con los instrumentos. Outlandos D'amour fue la apertura hacia la frescura.

 

Las referencias inmediatas son "Roxanne" o "I can't stand losing you", las dos envueltas entre lirismos de prostitución y suicidio. Pero el sonido que cautiva sin saberlo viene al final: "Masoko Tanga" es la fresca incomprensión, el sabor isleño con corbatines de producción. Un bajo funky cadencioso que marca la batuta, guitarras que se mueven entre riffs sencillos y se desplazan entre el reggae y ciertos murmullos de rock y batería efectiva con herencias de jazz que le pone paisaje al asunto. La producción se encargó de enriquecer una pieza de camisa playera con pianos en reversa, guitarras sobrepuestas y un final más compacto donde el trío se multiplica y suenan más baquetas, surfean más cuerdas y Sting se retuerce entre letras ininteligibles.

No hay represión, sólo libertad: La verdadera Police.

¿Qué significa Masoko Tanga? Herencias de papiamento, quizás; viajes alucinógenos con estimulante jamaquino; un jam de letras sin fundamento. Ni el mismo Sting lo puede explicar. Sólo se acerca a una experiencia con un profesor que a través de hipnosis practicaba regresiones y de allí podía surgir una letra que básicamente no significa nada, pero que extrañamente combina bien con ese aire de sudor benigno, de brisa musical, de juegos new wave que aparentan sencillez pero guardan un vestido complejo pero llevadero. El desparpajo inicial de The Police es una anarquía bien conducida, el camino al triunfo sin miedo a jugar con los instrumentos. La libertad. 


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