Hora de la rabia. Es paradójico que desde un sitio llamado Hermosa Beach se produjera tanta 'fealdad' efectiva y llena de furia. California: Greg Ginn preparó su guitarra para ladrar riffs despeinados sin ninguna pretensión artística y como vía de desfogue para el descontento. Junto a un Dez Cadena escudero, Chuck Dukowski equilibrista del bullicio y Robo en los tambores anárquicos se engendró un paisaje más hostil, kamikaze y brutal que el mismo punk ramonero: el hardcore. Aquella animalidad juvenil, autosuficiente y explosiva salió de Black Flag y su album debut Damaged.
Era una bandera negra que no se rendía. Sus giras y viáticos eran por cuenta propia. Cantaban en cualquier evento que apareciera en el camino. Filosofía DIY (Hazlo Tú Mismo) en todas las esquinas. Faltaba el componente vocal clave: Henry Rollins, roadie colérico, micrófono empuñado y torrente incontenible de sudor y bramidos. Allí estaba "Rise Above". 1981, rebeldía sin filtro, guitarras rugientes sin prejuicio, heridas de parlante con 'afinación' ronca, temblores en los muros, un solo cortísimo, desnudo y cacofónico pero lleno de empuje, batería manteniendo el compás pero siendo voz y voto del bullicio cataclísmico y las voces en modo cooperativo escupiendo un amotinamiento de gargantas.
Rabia de Hermosa Beach. Nace el hardcore de Black Flag. |
Desde West Hollywood se gruñía contra la aparente armonía. Henry Rollins no se guardaba ningún milímetro de saliva y manifestaba al micrófono que no iba a estar del lado de los medios convencionales. Ginn y Cadena acompañaban con guitarras asidas con fuerza. Una aversión natural hacia el mass media y a quienes buscaban mantenerlos en la línea del silencio, la vena del punk protesta más pronunciada que nunca entre una voz líder que iba dando la pauta y los coros constantes del "Rise Above" para enfrentar con coraje y furor las censuras y corbatas del sistema.
"They distort what we say / Rise above! We're gonna rise above!
Try and stop what we do / Rise above! We're gonna rise above!"
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