LA EXCLAMACIÓN INFLUYENTE: OH BOY! DE BUDDY HOLLY & THE CRICKETS

Tan precoz como fugaz. Tan brillante como correcto. Una especie de Clark Kent con la mínima picardía para ser un gigante de la música en una carrera muy corta. Buddy Holly salió de Texas para animar a los jóvenes y sorprender a los adultos con una versión de rock and roll que iba a dejar conformes a las dos partes y sembrar un cultivo de ritmos que definió en gran parte de la música posterior. Era 1957 y una base aérea y el azar de Nuevo Mexico como laboratorio lo llevaría a grabar con su banda The Crickets uno de los álbumes fundacionales del rock, The Chirping Crickets. Hasta el mismo Elvis Presley profesaba respeto por aquel jovencito de lentes gruesos y facha amable.

 

 Cero artificios, mucha voluntad. La mejor herramienta de todas, identidad propia desde los arreglos hasta las letras, ni un solo cover. Primaban las melodías y armonías sobre el ritmo. Y allí estaba "Oh Boy!" Un rock and roll conquistador desprovisto de lentejuelas, subliminales o acusaciones. Era música joven sin maltratar al adulto. Jerry Allison, Niki Sullivan y Joe B Mauldin, los compañeros que cabalgaban sin despeinarse, en una cadencia alegre, fresca y sin mucho afán. Una base sencilla respetuosa del country, con una pizca de aire tejano, unos coros que se podrían filtrar en una canción de doo-wop, compases de fácil baile, coqueteo respetuoso y la voz de Buddy cubriendo todos los flancos, siendo autoridad sin gritar, siendo seductora sin propasar. Un acto de demostración musical que removía la tradición sin entrar en guerra con ella.

Oh boys! The Crickets, pioneros del rock and roll

Elvis Presley era la sexualidad escandalosa que espantaba a los mayores. Buddy Holly era el coqueteo cortés que hacía rendir hasta al suegro. Sus herramientas eran una guitarra ágil y jovial, unos anteojos respetables y un traje inofensivo que iba en pos de limpia conquista, el cortejo adolescente ansioso pero seguro, método de convicción efectivo que podía incluir altar, la exclamación perfecta sin riesgo de discusión. Holly fue un conquistador inmortal en la memoria. Su accidente aéreo a los 22 años impidió ver qué tantos aportes moldearía para el desarrollo del rock. Pero aquel corto camino ha sido tan reputado y seguido por otros que hasta hoy se mantiene en la atmósfera la enorme influencia de su rock and roll amable y digno de exclamar Oh Boy!

'A little bit of loving makes everything right

And I'm gonna see my baby tonight'


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