GIRLS - ALBUM


Disco Publicado en Septiembre de 2009


Indie agarrado de la mano de la nostalgia.  Christopher Owens y 'JR' White afirmados a la cadencia de las olas, el surf de los sesentas, el aroma a California, aquella felicidad juvenil de otrora basada en la simpleza de la interacción con las chicas, el baile y el mar. Pero con un aire de pesadumbre inevitable donde solo queda el consuelo de la evocación.

Album es la viva expresión del abandono que clama por un poco de complicidad. Desafecto que se camufla entre melodías felices, reminiscencias sonoras llenas de dolor, escapismos rítmicos a través de guitarras y efectos de sonido, una depresión cubierta de globos y colorines, engañosa y brutal.

                  

Las pistas del album debut de Girls caminan entre guitarras que recuerdan a Duane Eddy, voces que evocan a Elvis Costello, atmósferas de antaño al estilo de Beach Boys y algunas explosiones cercanas al shoegaze primitivo de My Bloody Valentine. Las cuerdas contienen candidez ácida, la voz chilla en esa locura que busca el perdón. "Lust for Life" resume el disco en su frustración después del deseo, 'I'm fucked in the head'.

La reverencia al pasado es notoria. 'Laura' ,'Ghost Mouth'  y 'Lauren Marie' son pura melancolía gloriosa de sabor añejo. Los bonitos pasajes de guitarras y percusiones se confunden entre pesarosos versos de desafecto, tal como en su manifiesto para solitarios "Hellhole Ratrace";  sabiamente Girls concluye que el mejor consuelo es la música en "Darling", 'I felt like I could lay down and die/ Then iI found my life in the song'.
En medio de su dulzura engañosa están las guitarras rústicas. "Big Bad Mean Motherfucker" es un oleaje de surf agresivo, de grosor eléctrico. Y está la cercanía al shoegaze, primero con la bondad anhelante de "Summertime" y el escándalo sin derecho a retorno de "Morning Light", furia escapista que siempre va a querer marcharse de este mundo.

Album es el apacible desencanto vestido de nostalgia musical.

GRAN TRACK. Las ricas texturas cercanas al lounge de "Headache" son pieza magistral del album mientras Owens engalana su registro agudo vocinglero con un tono más grave e íntimo. Una fina resaca.

MAL TRACK. La canción de fogata "God Damned" es orgánica, sin mayores artificios y con cascabel incluido. Se queda en la mitad entre sus momentos más potentes o sus dulzuras melancólicas.


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